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Olor fuerte como a pescado

¿Alguna vez se ha preguntado a qué huele su vagina? Cada mujer es diferente: tenemos diferentes tonos de piel, color de cabello, fortaleza de las uñas, y todas olemos diferente.

Una secreción saludable usualmente tendrá un olor débil, y puede ser espesa o ligera, más o menos abundante, dependiendo del ciclo mensual y el equilibrio hormonal actual. Al prestar especial atención a nuestra secreción normal podemos aprender a predecir nuestra ovulación o períodos menstruales. No sólo eso, pero también podremos reconocer síntomas como cambio inusuales de color, cantidad aumentada de secreción o un olor fuerte como a pescado, y saber cómo describirlos cuando hablemos con el doctor o el ginecólogo.

¿Qué significa “olor fuerte como a pescado”?

Una flora vaginal saludable consiste principalmente de bacterias beneficiosas (conocidas como lactobacilos), pero puede también contener bajas cantidades de microorganismos perjudiciales. Estos se mantienen bajo control con varios factores en la vagina: el pH bajo, sustancias antimicrobianas producidas por el revestimiento vaginal o por el lactobacilo. El lactobacilo usualmente mantiene estas condiciones constantes, pero algunas veces los agentes externos (terapia antibiótica, semen alcalino, higiene vaginal incorrecta) o factores internos (cambios hormonales) pueden alterar este equilibrio y causar un sobrecrecimiento de las bacterias perjudiciales, lo que resulta en una infección vaginal y molestias. Una condición así se llama vaginosis bacteriana y se caracteriza por una secreción poco espesa blanca o gris, un fuerte olor como a pescado, irritación y dolor en la zona íntima, y ocasionalmente comezón y enrojecimiento. Como consecuencia del desequilibrio bacteriano y reducción en el recuento de lactobacilos, el pH del entorno vaginal se vuelve menos ácido.

¿Qué se debe hacer si experimenta estos síntomas?

La vaginosis bacteriana puede ser una condición suave, generalmente autónoma, que puede solucionarse después de un tiempo, pero en algunos casos (embarazo, inmunodeficiencia, etc.) puede tener consecuencias más serias. El doctor evaluará su caso y prescribirá la terapia adecuada, que puede incluir antibióticos. La alternativa al antibiótico es usar productos naturales, los cuales restauran el pH de la vagina, tiene de pocos a nada de efecto secundarios, y le permiten a las bacterias beneficiosas reponer el equilibrio de la flora en el entorno vaginal.

«La vaginosis bacteriana se caracteriza por una secreción poco espesa blanca o gris, un fuerte olor como a pescado, irritación y dolor en la zona íntima, y ocasionalmente comezón y enrojecimiento.»